En la noche lluviosa

…..Cuando el día acababa o mas bien cuando la luz natural dejaba de colorear la compleja gama de colores de los tap-tap y daba paso a una oscuridad relativa que se apoderaba de las casas y las calles y que era interrumpida de tanto en tanto por las luces de las motocicleta en las calles de Puerto Príncipe; se comenzó el primer acercamiento con los queridos hermanos haitianos; con viento fresco y sin esperar que la lluvia diera una tregua, también sin llenar el “buche” nos dirigimos a Galet, hacia la Kay Kominote……
…….Ya la oscuridad se lo había tragado todo, cuando llegamos a Galet, bajo un tejado de una construcción de colores que luego supimos que era nuestro destino, se dejaban ver unas tímidas luces de unas velas y unas caras que se giraban hacia el que denominaban “ELNAN”: ….. risas, abrazos, manotas que envolvían las nuestras formaban parte de la bienvenida…….

.…. Fueron algunos minutos en los que el tacto se transformó en el único y quizás más efectivo medio de comunicación….. sin conocer el Kreyol, lo único que servia era contestar con sonrisas y abrazos….Entre la oscuridad húmeda de esa tarde–noche en Puerto Príncipe el tacto dejó al descubierto la frágil estructura de algunos de los cuerpos que componían aquella partida de dominó, fragilidad que contrastaba con su energía al bailar y al cantar el “Zambalando”……

.…….. Evanson, Ricardo nos llamaron amigos, palabra que para ese entonces todavía nos quedaba grande al igual que comprender su idioma que recién empezaba a resonar en los tímpanos ….. junto con conocer aquellas personas y su energía, también conocimos la cara de la naturaleza en estas latitudes que con su magia que a veces descoloca, transformó de un sopetón los caminos en ríos y el aire en cortinas de agua que se anteponían al paso de la motocicleta……

….noche inolvidable que aun permanece fresca y húmeda en la memoria al igual que nuestros calcetines y zapatos en aquel día…….